Nombre: Mignonette “Minnie” Waldorf
Edad: 16 años
Fecha de Nacimiento: 31 de diciembre
Familia:
◘ Henry Waldorf,Padre Humano (es médico)
◘ Amelia Craight – Waldorf , Madre Bruja (Ama de casa)
◘ Ifigenia Craight, Abuela materna, también Bruja.
Status de Sangre: Mestiza
Varita: 28 centímetros, Hiedra, núcleo de bigote de Kneazle.
Casa: Ravenclaw
DESCRIPCIÓN FÍSICA Minnie tiene una apariencia sutil y femenina. Es alta y esbelta, y se mueve con total soltura y elegancia. Tiene el cabello largo y de un color castaño oscuro con toques cobrizos, el cual es su mayor orgullo.
Sus expresivos ojos claros le dan, junto con su piel pálida con tonos sonrosados en las mejillas, una imagen angelical que tiene un fuerte contraste con su personalidad. Su sonrisa es cálida, aunque pocas veces sonríe de forma sincera y su voz es dulce y melodiosa.
Tiene manos pequeñas y delicadas, de aquellas que son capaces de bailar delicada y frenéticamente sobre el teclado de un piano, pero que tranquilamente podrían asfixiar a alguien si se lo planteasen.
CARÁCTER
Minnie tiene un carácter bastante interesante. Suele adaptarse a las distintas personas o situaciones con las que les toca interactuar. Le cuesta demostrar sus sentimientos, y generalmente no demuestra su enojo o tristeza hasta el momento que ya no puede más con ellas. No es que le cueste confiar en las personas, sino que prefiere guardarse sus sentimientos para no herir a los demás o salir herido él mismo.
Es dulce y gentil (aunque debe sentirse cómoda con la persona con quien trata para serlo). Piensa que la familia y los amigos son los tesoros más preciados y que para que no se debiliten, hay que aprender a cuidarlos con mucho esmero. Le tiene terror al rechazo y a quedarse sola en la vida. Sabe que quien nada arriesga, nada pierde.
Ama sonreír, especialmente porque su padre dice que su sonrisa es una de sus más grandes virtudes. No le interesa el status social o de sangre y piensa que las diferencias solo están para causar problemas.
Tiene bastante desarrollado el sentimiento de responsabilidad. Esto no significa que no cometa imprudencias, sino, en su mayor medida, que luego su conciencia se encarga de hacerla razonar y sufrir terriblemente.
Su mayor temor es perder a las personas que quiere, por lo cual suele ser sumamente posesiva con sus amigos y sumamente fiel a ellos. Si alguien es enemigo de sus amigos, sin duda alguna estos también serán sus enemigos. De la misma forma, le cuesta pensar que puede amar a una persona. Esto sucede, principalmente, a que teme el salir lastimada. Si bien Minnie denota alegría en sus acciones, muchas veces lo hace para que las demás personas no puedan conocer sus verdaderos sentimientos, aunque a veces pueden llegar a irse de sus manos. No suele enojarse con facilidad, al menos que se lo provoque. Es directa, nunca se callará ante algo que le disguste o le moleste. Tampoco acepta las injusticias. Aún así, es una persona sumamente celosa, pero no posesiva. Siempre impone dulzura en sus actos y es buena escuchando y dando consejos, lo que la convierten en una perfecta amiga, siempre y cuando se tenga la paciencia necesaria para traspasar el cascarón de timidez que le impide el relacionarse mejor con las personas.
HISTORIA PERSONAL
Un 31 de diciembre de 2008, exactamente a las 23:30 de la noche, cuando apenas faltaba media hora para el comienzo de un nuevo año la pluma de Hogwarts anotó en el pergamino establecido el nacimiento de un nuevo niño mágico. En este caso, no era otra más que Minnie tal criaturita.
Mignonette nació en una fecha bastante especial. Sus padres estuvieron de acuerdo en confirmar que era el mejor regalo de año nuevo que podrían haber recibido, especialmente porque era el primer niño y con los años terminaría siendo el único.
Tan especial como era la fecha de su nacimiento lo era también su familia. Minnie no solo era especial por ser una pequeña brujita, como lo era su madre, sino que era mestiza, ya que su padre era un humano carente de poderes mágicos. Con el tiempo, Minnie llevaría con orgullo este título, ya que no creía que hubiese nada mejor que compartir lo mejor de dos mundos tan diferentes.
Minnie y su familia viven en Oxford, Inglaterra. Su padre es médico y su madre decidió refugiarse en lo mejor de la vida del muggle: el vivir el día a día, pero intentando no utilizar magia. No porque su esposo se lo impidiese, al contrario, el no tenía nada en contra de que su esposa fuese bruja, sino porque ella misma quería intentarlo. Desde pequeña Amelia había sentido admiración por el mundo muggle y para su suerte, sus padres (ambos hechiceros) no se opusieron a tal admiración.
Cuando tenía quince años, sus vacaciones navideñas se convirtieron en algo sumamente especial. En una de sus típicas caminatas por un pueblo muggle, Oxford (ya que ella vivía cerca del lugar, junto con su familia), tropieza con un joven de apenas unos años más que ella, quién le tiende una mano para ayudarla a levantar del suelo resbaladizo por la nieve ( y que como buena distraída, no había podido evitar). Desde ese día, Amelia se enamoró perdidamente de aquel chico, a pesar que se tratase de un humano.
Pasó un año hasta que se animó a regresar a verlo. Con el tiempo comenzaron a salir y cuando lo creyó más oportuno, compartió su gran secreto con él. Henry no se molestó ni nada por el estilo, ya que desde siempre había sabido que Amelia era “especial”, pero nunca hasta que punto. Aún así, ya estaba lo suficientemente enamorado como para comenzar a corre. Por tal motivo, cuando a los cuatro años todas las luces de la casa se comenzaron a encender de la nada, y luego descubrieron que Minnie le tenía pavor a la oscuridad, ni siquiera se inmutó al respecto, ya que sabía que las posibilidades que su hijita compartiera los mismos genes que su esposa era sumamente posibles.
Desde que se demostró que Minnie era una brujita, por miedo a que sus poderes se desatasen ante cualquier enojo o signo de temor, sus padres decidieron que lo mejor era que se educara en casa. Al poco tiempo, su abuela materna se mudó junto a ellos para ayudar en tal tarea. Ifigenia era una vieja Aurora, y sus historias llamaban enormemente la atención a su pequeña nieta, tanto como al humano yerno. Desde pequeña Minnie sintió admiración por su familia, tanto materna como paterna, así como también formó un especial lazo con sus padres y su abuela.
Cuando a los 11 años recibió la carta que la Invitaba a Hogwarts, la familia estalló en festejos. Aquella también había sido el hogar de toda su familia materna en la época de estudios. La mayor emoción fue en el momento en que Minnie compró su varita: 28 centímetros, Hiedra, núcleo de bigote de Kneazle. A partir de aquel momento, Minnie cayó en la cuenta que era “especial” a otras personas, especialmente a los muggles, cómo su padre. Aún así, desde pequeña le enseñaron a ver lo “diferente” como “especial”, por ese motivo nunca tendría que lidiar con sentimientos rencorosos ni nada por el estilo.
Su familia había pertenecido a Hufflepuff desde siempre, y sin embargo, el Sombrero Seleccionador la envió nada menos que a Ravenclaw. Con el tiempo, Minnie se encargaría de demostrar que el Sombrero no se había equivocado, ya que demostró ser una muy buena alumna, siempre preocupada por sus notas y por llevar al día las distintas asignaturas. Sus materias favoritas eran Pociones ( en la que se desenvolvía con total naturalidad, tal y como si estuviese cocinando) y DCLAO, aunque también adoraba las clases de Historia de la Magia ( siendo una de las pocas que lograba pasar la clase sin siquiera emitir un parpadeo). Cuando en 5to año logró pasar los TIMOS con excelentes puntajes, sus padres le regalaron una nueva escoba, obsequió que aceptó con amplio orgullo. Ahora, en el comienzo de su 6to años, Minnie se siente más nerviosa que nunca, ya que piensa que es hora de ponerse al día con lo que piensa hacer en un futuro y se encuentra sumamente confundida al respecto.
INTERESES
• Ama el Quidditch, pasión que comparte con su madre y que lamenta no hacerlo con su padre.
• Adora leer y estudiar, y aunque a veces le cuesta ponerse límites, sabe que no vive para eso.
• Su libro favorito es “Quidditch a través de los tiempos”, de Kennilworthy Whisp.
• Lo que más le gusta de sí misma es su cabello.
• Cuando está en su hogar, adora cocinar y probar recetas. Sueña con algún día formar una familia.
• Es fanática de Las Brujas de Macbeth, pasión que comparte con su madre y su abuela, aún así, su música favorita es la clásica.
• Desde pequeña toca el piano y adora hacerlo en sus ratos libres.
• Le maravilla todo lo que tenga que ver con el significado de los sueños.
• Le cuesta decidirse entre que planea seguir a la hora de terminar el colegio ( a pesar que aún le quede tiempo por delante). Se debate entre ser una Aurora como su abuela o convertirse en una Sanadora.
• Jugar al ajedrez mágico es uno de sus mayores pasatiempos, aunque no más que leer.
• Su bebida favorita es el Jarabe de cereza y gaseosa con hiela y sombrilla
• Adora el chocolate, especialmente las ranas de chocolate. Colecciona las tarjetas desde que era niña. Su favorita es la de Jocunda Sykes, pues fue la primera que consiguió.
• Adora la lluvia y le fascina disfrutar de los días lluviosos a través de una ventana o dando un paseo bajo la lluvia.
• Adora el pastel de calabaza, especialmente el que cocina su madre.
• Tiene una gata negra llamada Bree, aunque también posee una lechuza familiar llamada Allie, la cuál se quedó en su hogar y es con quien sus padres le envían mensajes.